martes, 28 de mayo de 2013

Machu Picchu...al fin!


He vuelto! me salté el viaje a Isla de Pascua en agosto del año pasado, y quedé debiendo la parte argentina del viaje a patagonia 2012...así que me pondré las pilas para contarles el viaje que hicimos para el 21 de mayo a Machu Picchu, con todos los datos correspondientes. Hacía varios años que esperaba a que se alinearan las estrellas para poder visitar este lugar. Así fue la cosa...

Resumen:
Santiago-Lima-Cusco-Aguas Calientes - Machu Picchu -Aguas Calientes-Ollantaytambo-Cusco-Pisac-Ollantaytambo-Chinchero-Cusco-Lima-Santiago

Presupuesto:
S/1.000 (soles peruanos) , comprados a $195 una semana antes.
USD 200, comprados a $482

Partimos con mi pololo(el cual quiere mantener su anonimato, por lo que lo llamaré Jon Esmit a partir de ahora)el martes 21 de mayo a Perú, vía LAN. Escala en Lima y luego a Cusco: $180.000 por persona, comprados en promoción durante febrero. El vuelo salió con una hora de retraso...aunque no me di ni cuenta porque me quedé dormida pues era muuuy temprano. Finalmente salimos a las 7:30, y 3 horas y algo más después aterrizábamos en Lima. Ahí tuvimos que pasar por aduana, donde no revisan a  todos los pasajeros. Uno presiona un botón en un pedestal y si se enciende la luz roja tienes que pasar los bolsos por los rayos X, si no, sigues de largo y nadie te revisa nada.

La hora de retraso implicó que perdimos el vuelo de conexión a Cusco, pero como también era en LAN y salen a cada rato, llegando a Lima (11AM hora local) nos chequearon en otro vuelo...cuando la niña del mesón nos dice 2048, yo digo queeeeee!!...menos mal que era el número del vuelo. Nos subimos al avión tipo 12:30 y antes de las 14 ya estábamos en Cusco!

Fui feliz en el vuelo cuando nos ofrecieron bebidas, porque tenían chicha morada marca Selva, que es la que más me gusta(si quieren probarla, acá en Chile la venden en un local de productos peruanos del slow mall)...y qué ya había partido tomando en el aeropuerto de Lima.

En el mismo aeropuerto habían agencias donde ofrecían alojamiento. Nosotros no habíamos visto nada, así que en uno de los puestos revisamos algunas opciones y aseguramos la primera noche en Cusco y la primera de Aguas Calientes. S/90 (soles) la noche en cada  hostal. Le pagamos a la agencia (que era una niña en un mesón con varios folletos y que hablaba muy rápido por celular cuando llamaba para hacer las reservaciones en los hostales), nos entregó un voucher por el monto pagado y el detalle de los servicios. Ella nos llevó a un taxi, que nos cobró S/20 hasta el hostal. Ojo con el valor de los taxis. Les digo esto porque a la vuelta, por el mismo tramo, nos cobraron la mitad. 20 soles (4 lucas) era un valor razonable por la distancia, pero como que no se siente bien saber que te cobraron el doble de  lo que costaba el servicio...pero no teníamos ninguna referencia de precios en ese momento.

En Cusco nos quedamos en el hostal Wasichay (http://www.hostalwasichay.com/ Calle Maruri n°312), a tres cuadras de la plaza de armas. Era sencillo, limpio, cómodo y bien ubicado. Lo único malo fue el olor a cera que tenía la pieza cuando llegamos. Por el valor pagado teníamos una pieza doble, baño privado(impecable, buena presión de agua y calientita), toallas, jabón, aire acondicionado /calefacción, tv cable, desayuno, mate de coca de cortesía a libre disposición, wifi. El hostal queda en un segundo piso...no nos libraríamos de las escaleras durante todo el viaje :P  No se en qué consistía el desayuno, porque al día  siguiente salimos temprano a tomar el tren, así que no alcanzamos a tomarlo.

Ese día, martes 21 de mayo, nos dedicamos a recorrer Cusco, visitamos ferias artesanales, hartas fotos de la plaza de armas, callejones y catedrales...todo colonial, antiguo, con muchísima historia. Ya había oscurecido cuando decidimos comer algo. Hay restaurantes, cafés, pizzerías, etc. en todos lados, incluyendo los  infaltables McDonald, KFC y Starbucks. Éste último no falla, porque el te chai late con leche de soya que me tomé, tenía el mismo sabor que el de acá. El grande me costó S/14.2. En los restaurantes peruanos ofrecen lo que se llama "menú turístico" que por un monto fijo ofrecen varios platos. Optamos por uno llamado "Los Balcones Grill" ubicado en la misma plaza. Tenían unos balconcitos bien estrechos donde uno se sienta de frente a la mesa, mirando la plaza. Obviamente nos sentamos en el balcón, aprovechando la mesa que había desocupada. Esta es la panorámica de la vista con balcón incluido.




Por S/30 el menú incluía entrada, sopa, fondo, postre y jugo. Siiii, todo eso. Y para cada plato habían varias opciones. De entrada comimos papas a la huancaína y rocoto relleno(este estaba muuy bueno), sopa de quinoa+vegetales y sopa de carne(casi carbonada)...y no eran platos de consomé, eran gigantes!, de fondo ají de gallina y lomo de alpaca saltado, de postre pie de limón, y un jugo de naranja y una limonada. Estaba todo rico, hasta con temblor incluido :P

Estábamos trasnochados y al siguiente día teníamos que tomar a las 6:30 en el bus que nos  llevaría al tren que llega a Aguas Calientes. Así que pasamos por un te chai al starbucks que está en la plaza(al que obviamente se accedía a  través de una laaaarga escalera jajaja), compramos una botella de agua (S/5 la botella de 1.5L) y volvimos al hostal a hacer tuto.

En el hostal nos llamaron un taxi que nos pasó a buscar a las 6:10 en punto. Del hostal a Wanchaq, lugar donde se toma el bus, el taxi nos cobró S/8.

Lo del tren a Machu Piccchu es como sigue.
La recomendación es comprarlo antes del viaje por internet, sobre todo si se va en temporada alta, la cual va desde después de semana santa a diciembre. Las opciones son PERURAIL e InkaRail. La primera tiene trenes de Cusco a Aguas Calientes, la segunda de Cusco a Ollantaytambo. Nosotros optamos por la primera.

Compramos los pasajes un par de semanas antes del viaje, solo de ida. USD71 cada pasaje, clase Expedition, para las 6:30 AM del 22 de mayo. Por la fecha en que viajamos(al parecer las lluvias afectan las líneas del tren del primer tramo), la primera parte del viaje se hace en bus hasta Urubamba, y la segunda en tren hasta Aguas Calientes. Ambas están incluidas en el valor del pasaje.

Cuando compras el pasaje debes enviar por internet una imagen de la parte frontal de la tarjeta de crédito con que pagas el pasaje (sustitoooooo) y del documento de identificación, luego ellos hacen el cargo. Los números de asiento que enviaron no estaban juntos, pero pedimos el cambio por correo y enviaron nuevos asientos que si estaban juntos.

Una vez que recibimos los pasajes por e-mail nos dimos cuenta que la letra chica decía que no se podían llevar mochilas de más de 5 kilos...cuek...y nosotros teníamos que llevarnos todas nuestras cosas en el viaje...optamos por llevar mochilas de 40 litros y llevar menos cosas, lo que finalmente fue un alivio durante el resto del viaje :)  Sin embargo, aun cuando el tren tiene un espacio reducido para bolsos grandes, no tiene capacidad para que todos los pasajeros lleven bolsos ni maletas grandes, por lo que en el caso que sean muchas, terminarán con sus mochilas entre sus piernas.

Ya no recuerdo cuanto demoró el viaje en tren, deben haber sido entre 2 y 3 horas. El techo del tren tiene paneles de vidrio que permiten ver mejor el paisaje...afortunadamente, pues nuestros asientos tenían una hermosa vista a la muralla del tren. El pasaje incluía un snack (plátanos fritos y almendras confitadas) y una bebida (te, café, mate de coca, agua o cocacola) pero también vendían otras cosas, como cerveza por ejemplo.


Una vez que llegamos a Aguas Calientes, nos encontramos con todas las personas de los hostales que van a buscar a sus pasajeros a la estación...menos la nuestra. Pero el pueblo es pequeño, así que encontramos rápidamente el hostal Las Rocas.
(Av. Pachacutec 812). Éste estaba al final de la calle en que se encuentran los baños termales, los cuales no alcanzamos a visitar.

Cuando llegamos supimos porque no nos habían ido a buscar. La persona que hizo la reserva no dio nuestros datos cuanto llamó, y en el hostal, si bien tenían la reserva, no sabían para quién era. Fue por eso también que no nos fueron a buscar. Pero cero drama, la reserva era la nuestra, así que ahí nos quedamos...en el tercer piso. Esto de las escaleras fue la tónica del viaje, así que era bueno andar con mochilas pequeñas.

La primera noche de este hostal nos costó S/90, e incluía una pieza doble con baño privado, desayuno, toallas, wifi y tv con 3 canales. El baño estaba limpiecito.

Descansamos un rato y salimos a comprar lo necesario para subir a Machu Picchu y los pasajes de tren para volver a Cusco.

Lo primero que hicimos fue comprar el ticket de entrada a Machu Picchu. Existen 3 modalidades:
- Solo Machu Picchu,
- Machu Picchu y Huaynapichu. De estos no quedaban, tenían disponibles a partir del 30.
- Machu Picchu y Montaña. Compramos éste a S/142 para extranjeros S/81 para nacionales...ahora ya sé lo que siente un extranjero cuando paga la entrada en Torres del Paine. Montaña es un sector que se encuentra frente a Machu Picchu al que solo se puede ingresar hasta las 11 y se debe estar saliendo a las 14hrs. Es una subida de 1,5 horas, que permite tomar panorámicas de la ciudadela y del Huayna.

Todos estos se pueden comprar con anticipación por internet, si es que ya tienen claro qué quieren visitar.

Seguimos con el bus a Machu Picchu...estos salen cada 15 minutos, los valores son en dólares y hacen la conversión a soles en el momento que los compras. USD18.5, pagamos 49 soles por el pasaje de ida y vuelta. No son numerados ni para un bus fijo, sino que al momento de tomarlo hay que esperar el siguiente bus y usar el asiento que esté desocupado.

Finalmente, a la estación de trenes para el pasaje de vuelta a Cusco. No había nada para el día siguiente, ni para el subsiguiente. Solo hasta Ollantaytambo para el jueves o viernes, pero tempranito en la mañana. Como al día siguiente íbamos a Machu Picchu, no nos quedó otra que comprar hasta Ollantaytambo para el viernes a las 8:45 y luego allá tendríamos que tomar algo a Cusco. Cada pasaje costo USD54.

Listos con los pasajes, empezamos a recorrer y a enfrentarnos con la que sería nuestra mayor decepción en Aguas Calientes: la comida y los restaurantes.

Trucha Machu Picchu (foto de Jon)
Este día comimos en un restaurant, donde conversando con la garzona, nos explicaba que a ella no le pagaban un sueldo, sino que solo trabajaba por las propinas, lo que en ese lugar era el 10% de la cuenta de forma obligatoria...Si van para allá, no olviden preguntar antes de sentarse cuánto es por el cobro del servicio, pues van entre el 10%  y 30%. Acá comimos Trucha Machu Picchu y Chicharrón de Cerdo..estaba rico, los precios eran razonables. La cuenta salió S/110, pero incluía un pisco sour de S/20...algo caro, pero estaba rico.

Mas tarde fuimos al a cafetería con vista al río...se demoraron una eternidad con el pedido...tuvimos la impresión que el mismo garzón era el que cocinaba...

Nos llamó la atención que tanto en Cusco como en Aguas Calientes había una abundante oferta de masajes...la verdad, mejor no quisimos ni pensar, pero había harta publicidad.

Recorrimos un poco más, a comprar agua y algo de colación para el día siguiente, y al sobre.

Al día siguiente no nos levantamos muy temprano...solo teníamos en consideración las 11AM como hora tope para entrar a Montaña. Tomamos desayuno (plátano, jugo, te, pan con mantequilla y mermelada) y partimos al bus.

El bus demora unos 25 minutos en llegar a la entrada, por un camino con hartas curvas, que también se puede hacer a pie. Te advierten antes de subir al bus que todos deben ir con el ticket de entrada ya comprado...ni revisamos si arriba también vendía.

Con lo que primero se encuentra uno al llegar al final del camino es con Machu Picchu Lodge...cuánto costará una noche ahí?? mmm...con un par de lugares de venta de comida, baños, control de ingreso y muuuuuuuuucha gente. Te piden documento de identificación y ticket de entrada para ingresar. No se puede entrar con mochilas grandes, ni bastones de trekking entre otras cosas. Luego adentro veríamos muchísimas personas usando bastones, pero todos con puntas de goma en sus extremos.

Hacía calor y estaba húmedo...y el camino de subida. Menos mal que había ido con la polera más fresquita que tenía, pero aún así, me sentí en un sauna la mayor parte del tiempo...si han hecho bikram, la cosa andaba por ahí.

Vista de Machu Picchu desde Montaña (foto de Jon)
Llegamos a la entrada del camino a Montaña antes de las 11, nos registramos, pero no alcancé a caminar más de 15 minutos. El calor me tenía mal y ahogada, así que abort mission y me separé de Jon, quien seguiría caminando. Me devolví tranquilamente tomando fotos, salí del complejo para ir al baño (adentro no hay en ninguna parte), me comí una fruta y volví a entrar. Como habíamos intercambiado mochilas para que Jon subiera más liviano, yo me había devuelto con su mochila, mis cosas y todas las cosas que él no iba a ocupar, así que iba bien llenita. Al momento de ingresar me indicaron que no podía entrar con esa mochila tan grande...le explique que llevaba las cosas de otra persona, pero que tan grande no era, que las iba a repartir luego y bla bla bla...al final me dejaron pasar porque la mochila era angosta, y que la restricción era porque cuando entraban con mochilas muy anchas pasabas a llevar a los otros visitantes...lo cual es fácil que ocurra, porque hay senderos que son bastante angostos para la gran cantidad de gente que anda.


Nos juntamos camino a la puerta del sol, Inti Punku, y a duras penas llegué arriba. El calor era lo peor. En la puerta había un loco tomándose fotos en pelota...no lo alcanzaron a ver los guardias y logró su cometido.
Es por esta puerta por donde los incas ingresaban a Machu Picchu. El camino no era taaan terrible, porque tiene solo un par de escaleras, el resto es subida plana....pero lo que me matab a era el calor. Tiré la esponja unos metros antes de llegar arriba. Descansé y me saqué los zapatos un rato...ya más fresca seguí caminando y llegué al final!!!




Casa del Vigía
Volvimos caminando, ya todo de bajada, para llegar a la casa del vigia y luego a la ciudadela...esta última no la alcanzamos a visitar mucho porque ya eran más de las 16hrs y nos empezaron a echar. A esta hora pudimos ver muchas vizcachas y tomar fotos casi sin turistas!!

El último bus de bajada salía a las 17:30, nosotros tomamos uno masmenos a las 17. Pero si se quedan arriba, la bajada se puede hacer a pie.

Íbamos con su buen diente, así que pasamos al hostal y luego a buscar donde comer.
Como que no nos tincaba ningún lugar, finalmente nos quedamos al costado de una plaza donde...se nos olvidó preguntar cuánto era el cobro por el servicio!!!! nuestra sorpresa fue al pedir la cuenta, que tenía un recargo del  25% por el servicio...cuek, si al menos el servicio y la comida hubiera sido buena :( Cuando caminas por las calles, de todos los restaurantes te hablan haciendo ofertas para que te quedes ahí, incluso cuando miras la cartas te dicen “ les dejo a X precio cualquier plato de la carta” , pero lo que no te dicen es el valor por el servicio, lo cual varía en cada lugar...lo peor era que en todos lados se demoraban muchísimo en traer los platos y la comida no era muy buena.

Ese mismo día en la noche, salimos a tomarnos un traguito y a investigar a qué se referían con los 4x1 y hasta 5x1 de happy hour :P  Por un monto fijo te podías tomar 4 o 5 tragos....jajaja, ya nos imaginábamos como podíamos quedar.
Optamos por un 4x1, que podía ser para dos personas y donde también nos dejaron pedir 2 tragos distintos. Para acompañar unos nachos con guacamole. Finalmente pagamos S/20 por 1 cerveza y 3 sour y S/18 por unos nachos recién fritos con guacamole que estaban bien ricos.

De vuelta al hostal, para salir tempranito al día siguiente de vuelta a la ciudad.
Se me olvidaba contar que cuando preguntamos en el hostal si tenían disponibilidad de pieza para quedarnos otra noche y su valor, nos encontramos con la agradable sorpresa de que nos cobraron menos por la noche adicional. Solo S/70.

El viernes 24 tomamos desayuno y partimos a tomar el tren. Aun cuando los asientos eran separados, ya en el tren pudimos cambiarlos :)  A las 11AM nos estábamos bajando en  Ollantaytambo. De un costado de la estación salían camionetas tipo van a Cusco. Teníamos ganas de recorrer un poco, así que esperamos la siguiente ronda de camionetas que saldrían a las 12:30, hora a la que llegaba el próximo tren.

Caminamos hasta la plaza, y en el camino nos comimos unos ricos helados. El mío de chicha morada y limón, el de Miguel de frutos de la selva con cereales andinos. S/9 los dos sabores en barquillo.


Nos dimos una vuelta por el mercado, por un par de tiendas de artesanía y finalmente nos sentamos en la plaza. Desde ahí veíamos en el cerro algunas ruinas, las que luego visitaríamos al día siguiente en un tour.
Mototaxi en Ollantaytambo
Pasado las 12 volvimos al terminal de trenes, y nos subimos a una van que nos llevaría a Cusco por 10 soles. Finalmente nos tuvimos que cambiar a una camioneta más chica, que nos terminaría cobrando 15. Nuevamente, no hay problema con pagar lo que corresponda, pero que  te cambien los precios por razones poco claras...mal. El tipo se fue rajado hasta Cusco, en un viaje que duró un poco más de 2 horas, y nos dejó cerca de la plaza. Ahí descubrimos la existencia del mercado de San Pedro al que volveríamos en un rato.

                          
                                 

Lo primero era ubicar la plaza de armas para luego encontrar hostal. Si bien en el que nos habíamos quedado antes estaba bien, queríamos algo al lado de la plaza. En el camino nos cruzamos con alguien que nos ofreció hostal, por S/70 la noche...vamos a verlo nos dijo. Nos enganchó el precio y fuimos. Era en un edificio viejo, como que la cosa no se veía  muy limpia...no nos tincó y nos fuimos. Estábamos dispuestos a gastar un poco más por algo cómodo...y limpio, obvio. Para un grupo de mochileros jóvenes, habría sido una buena opción.

Nos acordamos que al lado de la plaza, por la misma entrada del Starbucks había un hostal. El Starbucks da a la plaza, pero la entrada está por un costado, al principio de un callejón. Uno entra a un patio interno donde hay una escalera (era que no)para subir al café que está en el segundo piso, un hotel boutique en el primero y otra escalera que era la del hostal en el que nos quedamos. La casa de Selenque se llamaba. El edificio era colonial, con vista al campanario de la iglesia  de san ignacio, y la puerta de la pieza en que nos quedamos daba al pasillo abierto que daba hacia el patio. Éste hostal era un poco más caro, pero fue el más cómodo de todos, hasta las sábanas eran como de hotel. Acá los precios eran en dólares, 80 la noche, y con el cambio pagamos S/424 por dos noches. Eso incluía una habitación doble, amplia, baño impecable, jabón, toallas hechas cisnes encima de la cama, tv cable, wifi y desayuno. Éste incluía cereales, yogurt, té, café, leche, jugo, huevo frito u omelette, pan, mantequilla, mermelada. El pan es inflado, pero sin miga...y frio.

El edificio tenía decoración como de iglesia...o convento. Luego sabríamos que el edificio había sido un Acllahuasi o una “casa de las escogidas” donde vivían enclaustradas las mujeres que eran escogidas para prestar servicios al Inca, del tipo doméstico, o en ritos, servir en lugares de culto, etc.

Esta era la vista desde  el desayunador...o el lugar donde tomábamos desayuno.

                                         


Considerando que nos gusta mucho comer, en este hostal nos darían el dato para lo que sería una de las mejores partes del viaje. Queríamos comer Cuy y pedimos que nos recomendaran algún restaurant. Vayan al “Chicha” nos dijo la niña del hostal, es de un cocinero bien conocido en Perú..auch! pensamos, debe ser carito...y nos explicó donde quedaba. Tuvimos la intención de ir ese día, pero lo dejaríamos para la noche siguiente.

Un par de amigas conversando mientras caminan
Entre pitos y flautas nos dimos más vueltas, recorrimos haaaartas tiendas de artesanías. Ya habíamos visto masmenos que podíamos hacer al día siguiente, así que fuimos a la agencia donde contrataríamos el tour para el día siguiente al Valle Sagrado. Ya les daré más detalles de esto.





Volvimos al mercado de San Pedro, donde había una variedad de cosas: pasillos de jugos de fruta, de venta de pasta de cacao, de artesanías, de cocinerías,de venta de carnes varias donde tengo la impresión que nadie sabe qué es una cadena de frío. Hasta un puesto de caldo de rana  había! dicen que sirve para la potencia sexual, entre  otras cosas...jajaja....la señora se enojó porque le  tomamos fotos a las ranas.



A la salida del mercado encontramos el único supermercado de la zona. Nos encanta recorrer los supermercados de las partes nuevas que visitamos, porque siempre encontramos algo novedoso o barato o rico o que nos llama la atención. Siempre salimos con un par de bolsas...a excepción de Calafate, donde salimos con las cosas amontonadas en los  brazos, porque en los supermercados no dan bolsas...pero eso es de otro viaje :P

Compramos salamines, mini leche condensada, mate de coca, jugo de maracuyá, pasta de chocolate, café, dulces de coca, pisco, cerveza de coca, pasta de ají. Supermercado Orión, así se llamaba.

Ya con hambre, empezamos con el dilema de dónde comemos. Nos tincó un restaurant de la plaza en el que se veía harta gente. Don Marcelo. Resultó ser BBB. Por 20 lucas nos tomamos una jarra de  limonada, una inca cola, una coca cola y nos comimos (oink) dos lomos saltados, una plato de fetuccini, un capuccino y un mega trozo de torta de chocolate. Tenía wifi, la atención fue buena y rápida.  En soles la cuenta fue de … Si van en plan económico, lo mejor es optar por los menú turísticos, que incluyen varias cosas por un monto fijo.

Caminamos un rato, así como para bajar la comida. Compramos algunas cosillas.

Al sobre y a colocar las alarmas para partir tempranito al día siguiente al tour.

El tour que compramos era un paseo por el día al Valle Sagrado. Nos costó S/50 por persona, donde 25 eran por el transporte+guía y 25 por el almuerzo buffet. Además de eso, teníamos que pagar S/70 por la entrada a los sitios que visitaríamos. El paseo incluía Pisac, Ollantaytambo, almuerzo en Urubamba y Chinchero. Le dijimos a la niña el hostal en que estábamos para que nos pasaran a buscar, aún cuando nos insistía  en que mejor nos fuésemos a la agencia...como se complicó cuando le pedimos un número donde llamar si no nos pasaban a buscar, al final quedamos en llegar a la agencia a las 8:50. Menos mal.

Llegamos a la agencia, al rato llegó el que se suponía sería el guía. Llegaron 3 personas más. El guía hablaba y hablaba por celular. Nos pidió que lo siguiéramos y nos llevó a la plaza donde estacionaban los buses. Ahí repartió el grupo que era de agencias distintas, nos subimos a un bus tipo liebre. Nadie nos decía nada y se seguía subiendo gente. Menos mal que no pedimos que nos pasaran a buscar al hostal, no habrían llegado nunca.

Al buen rato después partió el bus, camino a no sabíamos donde. Finalmente el guía se paró adelante y nos empezó a explicar lo que sería el viaje.

Así salimos de Cusco, por un camino en subida con curvas y de paisaje no muy bonito. Todas las casas como a medio construir, harta basura en las quebradas. Nos llamó la atención los toritos que habían sobre los techos.





La primera para fue en Pisac. Acá teníamos que comprar el ticket turístico que nos permitiría entrar a los 3 lugares que visitaríamos en el tour. Hay varios tickets a distintos precios, dependiendo de la cantidad de lugares que se quieran visitar. Nosotros compramos el necesario por S/70. La señora se equivocó y le timbró la fecha del día siguiente, pero nos dejaron pasar igual.


Nos volvimos a subir al bus y al par de minutos nos bajamos en las ruinas. Nuevamente todo de subida :P Luego de vuelta en Santiago descubriría que tenía una rinofaringitis aguda, lo que explicaría mi ahogo luego de haber subido míseros 10 minutos.
Acá nos explicaron el significado de la cruz de 12 lados: representa un calendario con un mes por cada lado.

De vuelta al bus camino a Urubamba para el almuerzo. Buffet. Me recordó el almuerzo en Ensenada cuando tomé un tour al PN Vicente Pérez Rosales.


Llegamos a local donde vimos que el almuerzo costaba S/20 y no S/25 que era lo que habíamos pagado nosotros. Incluía buffet de ensaladas, fondos, postre y bebidas calientes. Comí repollo, unos tomatitos rellenos con papa, zanahoria y porotos verdes(de los redondos) cocidos y un ceviche que estaba bien bueno. De fondo algo de cerdo, pollo, arroz, porotos, fideos. Tenían una sopa de fideos que no nos tincó. De postre arroz con leche con mazamorra morada...taba weno weno así que me repetí :)

Salimos rapidito camino a Ollantaytambo, porque algunos pasajeros tenían pasaje de tren desde ese lugar, así que estábamos medios justos con la hora. Habían llenado la "movilización" como decía el guía, con pasajeros que se iban bajando en el camino, así que los tiempos se anduvieron ajustando y no alcanzamos a pasar a algunas partes, ni tuvimos tiempo libre en los lugares que visitamos.


En Ollantaytambo visitamos otra ruinas. Acá vimos dos tipos de construcciones: incas y pre-inca. En el cerro del frente se veía una construcción que me recordó los monasterios tibetanos...así como bien encaramado en el cerro y de difícil acceso. (AGREGAR INFO ) Lo observé haaaarto rato, porque esta vez opté por no seguir al guía en el recorrido, porque ya no quería subir más escalones. Tenía un gemelo muy agarrotado, y no quería terminar ahogada y tosiendo infinitamente como en la para anterior.






Próxima parada: Chinchero. Acá se suponía que veríamos otras ruinas y el proceso de una "textilería" en la casa de una familia chinchera. A las ruinas no alcanzamos a ir, pero la parte de la textilería estuvo interesante y entretenida.
Ya estaba oscuro cuando nos sentamos en el patio de una casa, que tenía preparado una especie de auditorio y algunos puestos donde vendían sus textiles. Nos recibieron con un mate de coca para pasar mejor la altura...estábamos como a 3800msnm los que afortunadamente nunca sentí.

Paso a paso nos mostraron como lavaban el vellón de oveja con una lavaza hecha de agua y el rallado de una raíz que no recuerdo el nombre, que prepararon en el momento. Luego como hilaban el vellón, y los distintos elementos que utilizaban para el teñido. Plantas, maíz y cochinillas(chinitas), para distintos colores: rojo, naranjo, verde, azul, morado. Los fijaban hirviendo la lana, o agregando limón u orina de niños (dijo que solo entre 6 y 12 años, porque luego tomaban mucha cerveza...jajaja). Después venía el telar, y la explicación de los diseños de sus tejidos. Todo lo explicaban en español y luego en inglés...mientras hablaban entre ellas en quechua.
Finalmente te pedían amablemente que vieras los productos que tenían en venta, para que las apoyaras con la compra de algún artículo. Fue bastante educativo.

Volvimos a Cusco, nos bajamos del bus a las 19:30. Esa noche iríamos a comer al restaurant que nos habían recomendado en el hostal.


Volvimos al hostal, descansamos un rato y tipín 21 salimos caminando...era cerquita, como 3 cuadras no más. Llegamos y había gente esperando, jamás se me ocurrió reservar. La cosa es que tuvimos suerte, porque aún sin reserva, después de esperar un rato nos hicieron pasar. Mientras esperábamos revisé la carta y tuve el tiempo necesario para analizar cada uno de los platos y poder decidir qué pediría....se leía todo rico! Lo mejor eran los precios, porque cada plato iba entre 30 y 40 soles en promedio...teníamos la impresión de que iba a ser carísimo, pero afortunadamente no lo era.


Partimos con un Guenazo!(pisco, limón, jugo de maracuyá, albahaca) riiiico y fresquito, y un Chicha sour.


De entrada nos fuimos por lo que creíamos sería clásico: ceviche y tiraditos. Estaba delicioso!!!! Disfruté cada bocado de los tiraditos de trucha...el aliño era exquisito, traía palta, rúcula y huacatay picado finito, la cantidad justa de aceite...con tostadas...pucha que estaba bueno.

El señor Esmit se comió un ceviche con leche de tigre de rocoto...también estaba rico :P Les recomiendo eso si, no probar el trozo de rocoto crudo que según yo iba de adorno...casi perdí a Jon en el primer plato después que se lo comió...jajaja

De fondo pedí lechón de cerdo y él risotto de rocoto (como que le gusta el picante, no?). Mi plato estaba perfecto: la cantidad precisa de carne, grasa y cuero crujiente, con una salsa de no me acuerdo y duraznos con morcillas. Esta última mezcla era bien rica.


No nos aguantamos y para no quedarnos con las ganas, también pedimos unos rocotos rellenos para compartir...algo picantes, pero con un aliño exquisito. Eran rellenos con carne, algunas pasas y también tenían queso, sobre una cama de láminas de papa cortadas bien finitas.


En el camino pedimos pisco sour....pero como que estaba medio fuertón, porque me tomé menos de la mitad.


Yo no quise postre, pero JE pidió una creme brulee, que venía sobre una base de mazamorra morada. Eso, la crema y el caramelo, hacían una mezcla rica rica.


Pagamos una cuenta como de 300 soles...por todo lo que comimos, y lo riquísimo que estaba, valió la pena absolutamente.


Volvimos pochitos pochitos al hostal, a pasar la última noche en Perú.


Al igual que el día anterior, tipín 6AM nos despertamos con los cuetazos por las celebraciones de Corpus Christi...porque empezaban tan temprano, no lo sé. Y como estábamos al lado del a plaza, nos llegaba toda la bulla. A las 830 fuimos a tomar desayuno, y entre 9 y 10 teníamos el tiempo para ordenar los bolsos...y ver como metíamos los cachureos que habíamos comprado, pues según recordarán, ya les había mencionado que andábamos con mochilas pequeñas.

Envolví como pude un toro de cerámica que había comprado, con susto de que lo fueran a aplastar. Lo metí entremedio de la ropa bien acolchonado. Finalmente quedé con 3 bolsos: la mochila grande, la mochila de la cámara y una bolsa de tela con las cosas que había comprado en el supermercado (a mi no más se me ocurre comprar jugos de litro en tetrapack para traerme a Chile :P) .


Dejamos los bolsos en el hostal y nos salimos a dar la última vuelta hasta las 12, hora en que debíamos tomar el taxi para el aeropuerto.


Fuimos a una tienda de artesanía que habíamos visto antes, pero que no habíamos entrado. Tenían figuras de maderas de animales y personajes típicos preciosas. Unos espejos con retablos y unos murales tejidos bien bonitos. Bien bonitos eran los precios también...pero lo valían. También tenían algunas artesanías más económicas con figuras peruanas. Me llamaron mucho la atención unas monitas llamadas waca waca, que eran unas bailarinas con faldones sobrepuestos de muchos colores, con cuyos movimientos espantaban a un toro...no tomé ninguna foto :(


Al final compré un toro y Jon un par de guanacos...nuestro living parecerá zoológico ...jajajaj.


En la vuelta al hostal nos gastamos nuestros últimos soles en una tienda donde encontramos unos imanes de montañistas en Perú bien divertidos, mezcla para hacer chicha morada sour y chocolates de varios tipos.


Fuimos a buscar los bolsos al hostal, preguntamos cuanto nos deberían cobrar por el taxi al aeropuerto, 8 soles nos dijeron. Salimos a la plaza, paramos un taxi y rumbo al aeropuerto. Nos cobraron 10 soles por la carrera, la mitad de lo que pagamos cuando llegamos.


Y este sería el principio del fin de nuestro viaje. Tomamos el avión, hicimos escala en Lima y pasado las 23hrs aterrizábamos en SCL.  Ahí nos esperaba la revisión exhaustiva del SAG, de las figuras de madera que habíamos comprado, pero pasaron sin problema.


Un par de horas después llegamos a casita, cansados pero contentos, a revisar que el toro de cerámica estuviera enterito :) y así estaba:




Quedamos felices, conocimos lugares nuevos, comimos rico y aprendimos que es más agradable viajar liviano. Ahora a pensar cual será nuestra próxima aventura, por el momento...a terminar de desarmar las mochilas!!!